lunes, 12 de noviembre de 2012


Menos conversación y más acción. 

Doers space en Argentina.

Dime si has hecho algo.-
Leonardo Da Vinci.

Siempre se dijo que en la Argentina tenemos una excelente calidad de profesionales, que somos creativos a la hora de buscar soluciones y de inventar nuevos productos. Sin caer en clichés como el colectivo y la birome, generalmente los ingenieros y diseñadores argentinos se destacan cuando interactúan en grupos de trabajo internacionales. Pero, ¿por qué eso no se traduce en, por ejemplo, cantidad de patentes registradas?

A diferencia de lo que sucede en otros lugares, en Argentina es muy complicado a acceder a capital para lograr pruebas de concepto y, mucho menos, a lugares donde dichas pruebas se puedan realizar. Es complejo para el inventor promedio invertir en maquinaria, moldería, diseño, etc., para materializar su idea.

Por otro lado, contrariamente a lo suponía, uno de las empresas que más me impactó en Silicon Valley, no fue de informática, sino un “doers space”. Techshop es una empresa que da lugar y maquinaria apta a lo que ellos llaman “hacedores”. Gente que se interesa por crear, materializar ideas, hacer que conceptos se conviertan en realidad. Desde inventores de garaje (concepto muy arraigado en EE.UU.) hasta artistas o estudiantes, todos interactuando en el mismo espacio físico, accediendo a maquinarias, asesoramiento y cursos para realizar su sueño. Todos interactuando y colaborando entre sí, potenciando el espíritu emprendedor y la innovación cruzada entre distintas áreas de conocimiento.

¿Qué pasaría si se establece un Techshop en Argentina? ¿Si unimos ese potencial creativo con las herramientas?¿Si creamos un espacio donde la diversión, el trabajo, los sueños y la innovación se junten? ¿Y si a ese espacio le sumamos un toque social, enseñando oficios, dando acceso a colegios técnicos y estudiantes universitarios a bajo costo? ¿Y si potenciamos interacciones entre artistas plásticos que quieran crear grandes obras sin depender de premios o subsidios?

Mi hipótesis es que podría ser un gran éxito, que en poco tiempo de establecido estaríamos generando patentes de nuevos productos, estaríamos cumpliendo un rol social dando oficios a personas que hoy no lo tienen, estaríamos innovando realmente.

Quizás la visión esté sesgada por mi profesión y mi fracasado espíritu de inventor (de vez en cuando abro la carpeta con “ideas geniales que nunca llevaré a cabo”). Por eso este es el primer test de concepto de la idea. ¿Les parece que puede funcionar acá un “doers space”? ¿Conocen gente que pagaría una cuota social (tipo club) para fabricar sus sueños? ¿Cuánto estarían dispuestos a pagar? ¿Les parece que puede ser una idea interesante para artistas?

Me interesaría de sobremanera escuchar sus opiniones, difundan la idea a sus amigos, compartan el link, comenten aquí o a mi casilla de mail ajmrepetto at gmail.com. 

Alejandro Repetto
@ajmrepetto