Para analizar el futuro no hay título habilitante, es tan
verdad como que para ser inventor no hace falta estudiar nada en particular.
Sin embargo veo que en los últimos años surgieron muchos “futurólogos” que, si
uno les raspa un poco la cáscara, no son más que integradores de charlas TED o
lectores de blogs de Internet. Para la media de la gente, la que antes compraba
la Muy Interesante, eso es el futuro. En los 90’s, autos voladores para el año
2000, hoy un tipo que en una TED, de no más de 15 minutos, cuenta cómo analizar
materia oscura con un tenedor y un tubo de papel higiénico.
Señores y, por qué no, señoritas, eso no es el futuro. Eso
no es ciencia. Como mucho llega al nivel de divulgación. Cuestión que se torna
muchas veces insoportable porque en esta suerte de democratización de la
ciencia, como en la “democratización” de casi cualquier cosa, genera un
ejército de personas que creen que realmente saben analizar materia oscura
porque lo vieron en una TED. Personas que son capaces de discutir una teoría al
mismísimo Stephen Hawking a partir de información leída en un blog.
Para hacer un análisis serio de lo que va a venir y cómo va
a impactar en la sociedad, no alcanza con spoilerear el próximo teléfono de
Samsung o la siguiente creación de Apple. Confunden, los que lo hacen, el
futuro con la frontera de la ciencia. Verdaderos futuristas, Paul Saffo, analizan el pasado, el presente y la frontera y a partir de eso
generan escenarios, con probabilidades y sustento científico. Por eso su fama
de “tira postas”.
Esto no es más que un descargo a partir de la creciente
participación de personas que se dicen “futuristas” en los medios de
comunicación (radio y TV sobre todo), y resumen su sapiencia a pegotear lo que
vieron en twitter, en TEDxRuanda y 3 feeds de RSS de algún blog perdido.
No se deje engañar. Los autos no volaron en el año 2000 y
usted no va a aprender a analizar materia oscura en una TED.
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