martes, 24 de julio de 2012


Afectar positivamente 1 billón de personas: Romper el Sistema.

“Creo que con el tiempo merecemos no tener gobiernos”. Jorge Luis Borges
Como en un remolino, esto se acelera cada vez más. Promediando la sexta semana de curso parece que en vez de estabilizarse o, aunque sea, acostumbrarse al ritmo, el trajín de SU te lleva puesto. La semana pasada empezaron los proyectos de equipo, tuvimos 12 módulos de clase, 2 workshops, 3 firesides, la jornada de super coaching (sobre la que todavía hay repercusiones), visité los HQ de HP y de Google, tuvimos un sábado de unconference y, para cerrar, la cultural night de Asia y Medio Oriente. Todos los días empezaron a las 9 y terminaron cerca de las 22. El domingo libre, aproveché para ir al museo de la historia de la computadora.

El proceso para formar los equipos de proyecto fue, básicamente, que no había proceso. Cada quién se juntaba con quién le parecía para tratar el tema que más le gustaba. La única bajada es que los equipos tenían que ser de entre cuatro y seis personas. La no-estructura del proceso sacó a al luz varias personalidades: los que parecía como que conspiraban a ver en qué grupo se quedaban, los que tomaron el proceso como un “let it be”, los que se juntaron con los más amigos y los que se juntaron porque tenían una visión u objetivo común. Yo me incliné sobre el objetivo, pero sin preocuparme mucho, sabía que iba a formar un grupo de trabajo interesante.

Tenía claro que quería trabajar o en algo relacionado con biotecnología/medicina o en algo relacionado con política. Finalmente, y quizás siempre pensando en volver, me decidí por la política. Formamos un grupo para trabajar sobre el tema transparencia/corrupción buscando la manera de romper el sistema actual. En el equipo somos cinco: un americano hijo de indios, una brasilera, una holandesa y una inglesa. Todos con perfiles muy diferentes pero todos con ganas de cambiar las cosas.

Venir con ideas disruptivas, que revolucionen el mundo, cuando se trata con temas directamente relacionados con la tecnología, parece ser un poco más fácil. Ahora, tratar de cambiar el sistema en el que vivimos hace un par de cientos de años, dándonos cuenta que tal como está claramente no funciona, requiere algún esfuerzo adicional. Analizar el sistema donde uno nació y vivió toda la vida cuesta más de lo que parece e intentar romperlo sin caer en la tentación de arreglarlo, más aún.

Empezamos pensando que el problema de la corrupción era un problema de información. Después caímos que cualquier ciudadano (hablando siempre de democracias) abre el diario y vé quién roba y cómo lo hace y, sin embargo, no hacen nada para cambiarlo. Fuimos por el lado de la accesibilidad, la facilidad o las herramientas que tenemos para poder accionar sobre las cosas que funcionan mal en nuestras sociedades... de nuevo falló, otra red social para unir personas para accionar o herramientas que permitan acceder a quejas o algo así hay mil y no funcionan. Después de casi diez días de reunirnos, pensar, charlar, salir a comer, tomar algún buen bourbon o alguna cerveza parece que llegamos alguna hipótesis.

La idea marco es que hay con el actual sistema democrático el ciudadano común, el que trabaja, el que paga sus impuestos, no tiene noción de cómo las decisiones políticas lo afectan. Cuando en un diario sale “Cristina (por poner un nombre al azar) se robó 10 millones de dólares”, parece como que la plata que se robó pertenece a otro... a alguien llamado estado, eso que somos todos pero no es nadie. Asimismo, parece como que poca gente tiene noción o puede imaginar el impacto de esos montos en la economía de todos los días. El problema, entonces, no es que la información falte o que la gente quiera hacer algo y no pueda, es que simplemente no tiene idea de cómo ese problemita afecta sus vidas. ¿Qué hacer con esto?

Todavía nos falta mucho, pero ahora estamos explorando en el largo plazo a ir hacia una democracia directa. Las democracias representativas hacen que los representantes tengan demasiado poder como para poder manejar el total de la información que los ciudadanos usan para volver a elegir a los mismos representantes, entrando en un círculo vicioso. Nuestro objetivo es romper ese círculo vicioso en el cual caímos por la lógica implementación de un sistema que, a fin de cuentas fue inventado para cuando los ciudadanos eran unos pocos y no uno cuantos millones. Los griegos quizás tenían razón, pero Borges también, la democracia, tal como está ahora, es un uso abusivo de la estadística. Hay varios lugares donde se está aplicando o intentando aplicar y los resultados son dispares. Está el ejemplo de Icelandia, Suiza (a nivel Cantón) y algunas provincias de Alemania. Ningún sistema es la panacea, pero aprovechando la tecnología, en el mediano/largo plazo se puede apuntar a un nuevo modelo de representación/ejecución, no sin antes pasar una serie de pasos importantes que incluyen educación ad-hoc y cambio de mentalidades.


No les voy a contar todavía la idea de cómo hacerlo, en este post va sólo el objetivo. El primer paso, sin embargo, parece que sería analizar más en detalle el ciclo decisión->acción-> impacto. Me encantaría oír sus ideas al respecto. Y, a riesgo de ser clasificado como manguero, me sería muy útil que difundan y critiquen la idea. Como dice un amigo, be social, share!

AR

PS: esto no puede terminar de otra manera que no sea con los Sex Pistols.

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