viernes, 27 de julio de 2012

Hasta el infinito y más allá.

"Now it's time to live the capsule, if you dare!."
David Bowie, Space Odity

En los últimos tiempos se frenó considerablemente la inversión en la exploración del espacio. Parece que una vez que los norteamericanos les ganaron a los rusos en su carrera por la Luna, se perdió todo interés en las ciencias espaciales. Se siguieron mandando algunas misiones, poniendo humanos en órbita, pero la tecnología no evolucionó demasiado desde aquellas épocas.
El espacio pasó a ser relacionado con satélites de comunicaciones o telescopios de alta definición para fines científicos, con el sólo objetivo del conocimiento, sin mayor aplicación real.
Se podría decir que el proyecto de la Estación Espacial Internacional (ISS) es un gran proyecto, pero, a pesar de haber logrado casi doce años consecutivos e ininterrumpidos de presencia humana fuera de la tierra, no deja de ser con el fin del conocimiento. No se entiende muy bien qué están haciendo ahí.

Indagando un poco a los expertos en el tema exploración espacial, se surgen un par de aplicaciones que quizás no son tan inmediatas para los que tenemos los pies en la Tierra y no hemos estado más allá de los 10.000 mts de altura alguna vez en algún avión.

Si hacemos un ranking de las posibles funciones del humano fuera de la Tierra, creo que gana la idea de una colonia extraterrestre con dos fines: expandir el espacio “vivible” o escapar de un planeta que está por colapsar. Los optimistas piensan que el lugar en la Tierra se está acabando y que no sería descabellado pensar Marte como el sexto continente habitable, por ejemplo. Los pesimistas, por otro lado, condenan que la Tierra va a colapsar bajo un montón de smog, basura y calentamiento global y que Marte no será el sexto continente sino será el planeta donde nos deberemos apilar todos para empezar de nuevo.

En este camino, uno de los esfuerzos más importantes los está llevando adelante DARPA, y es el 100 years starship que tiene como objetivo construir un sistema de viaje interestelar para colonizar el espacio en los próximos 100 años. Este proyecto está coordinado por la agencia de gobierno pero se apoya sobre privados y fundaciones que trabajan en conjunto.

Otras visiones menos apocalípticas (también, quizás, más aburridas) hablan de ir a otros planetas o satélites a explotar recursos. El inmediato es el agua. Sabemos que en la Luna y que en Marte hay agua, en estado sólido, pero agua al fin. Algunos laboratorios piensan en extraer el agua fresca de esos lugares y quizás solucionar escasez acá. También, muchos esfuerzos se están poniendo en tecnologías para minar asteroides. Extraer recursos minerales de los asteroides sería una tarea limpia, no afectaría ningún ambiente y traería riqueza y nuevos materiales a la Tierra.

Una opción que no es para descartar, y que es una de las más originales que escuché, es poblar planetas por temas médicos. Imaginemos que una persona tiene dificultades para moverse, algún mal en sus músculos o en sus huesos. Claramente la gravedad le juega una mala pasada, ¿qué pasa si se va a vivir a la Luna, donde su peso sería del 17% de su peso en la Tierra?

Establecer comunicación con otra raza extraterrestre una vez que se haya concretado la comunicación electromagenética, vía radio (ver el post anterior sobre vida ET) es otro motivo fuerte para mover humanos hacia otros sistemas planetarios. Sin embargo, la mayoría concuerda que al menos al principio, esto se hará utilizando telepresencia. Esperemos que para esa época Skype ande y que la no se pierda la mitad de la comunicación diciendo “¿me escuchás?” o “¿seguís conectado?”.

Para cerrar, no puedo evitar dejar la historia del Major Tom. 

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