martes, 10 de julio de 2012


Singularidad, Argentina, Perón y Democracia

La política es una herramienta totalmente necesaria para poder lograr cualquier objetivo técnico supremo. Se supone que la singularidad se trata del impacto positivo de la evolución tecnológica en la humanidad. Sabemos que los gobiernos y las leyes pueden facilitar o perjudicar la evolución. En general la perjudicar.
Singularity es un “lugar seguro” para expresar ideas, sean de la naturaleza que sean. Tal es así que en la currícula de la universidad tuvimos algunas charlas políticas y surgieron ideas de lo más variadas. Desde lo más políticamente correcto hasta cuestiones que en cualquier ambiente no-seguro serían hasta peligrosas.

La primera charla que me impactó, dentro de las que tuvimos, fue la de Thor Halvorssen. A pesar de su nombre nórdico es un venezolano que tuvo una historia complicada asociada al gobierno “democrático” de Chavez. Asesinaron a la madre y encarcelaron a su padre por cuestiones políticas. Ahora pertenece al Human Right Foundation, conocida en todo el mundo por luchar contra regímenes autoritarios, como Cuba, China, Corea del Norte. Pero no se queda ahí. Algunos de sus postulados son:
  • cualquier fuerza que intenta limitar el conocimiento y la información está violando los derechos humanos.
  • el estado no debe limitar a los ciudadanos, sino viceversa.
  • las dictaduras se mantienen a través de la ignorancia de los ciudadanos. Una suerte de círculo vicioso: ciudadano ignorante – gobierno dictatorial que genera más ignorantes.

Esto hace que los gobiernos dictatoriales no se limiten a los no-democráticos, sino se extiendan también a los populistas. Los gobiernos que generan dependencia interna entre ellos y los ciudadanos a través de generar ignorancia, dificultar el desarrollo de librepensadores y limitar la libertad de prensa.

Presentación de Thor Halvorssen en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

Cuando terminó su charla me acerqué a hablar para preguntarle su opinión sobre la realidad Argentina. Me comentó su preocupación sobre la venezualización de Argentina. Según su punto de vista, y en base a los estudios que hace la Human Rights Foundation, Argentina en los últimos 5 o 6 años fue perdiendo de manera preocupante la posibilidad de disenso. Los medios adquiridos por el gobierno (de manera directa o indirecta), el fanatismo por la cadena nacional, la necesidad de buscar demonios para echar culpas y el discurso de “están con nosotros o en nuestra contra”, parecen ser el camino para asegurar una falsa democracia. Una democracia donde la gente vota pero no elige. Donde la oposición desaparece y la alternancia está herida de muerte.

Yendo más allá, y bastante triste con la respuesta (a pesar de pensar lo mismo, es más complicado cuando te lo dice un tercero), seguí con un “Y cómo se sale de todo esto?”. La respuesta fue tajante: Argentina va a salir a delante el día que se saque de encima el estigma peronista. Perón fue lo peor que le pasó a tu país, me dijo. El hecho que para ganar una elección (o para mantenerse en el poder) haya que escudarse tras el peronismo no marca más que la ignorancia del pueblo. Sus ideas no han cambiado en 70 años.

La segunda charla interesante fue con Andrew McAfee, quién, después de hablar largo y tendido sobre las estrategias políticas y económicas que facilitan la evolución, publicó en su blog (http://andrewmcafee.org/blog/) lo siguiente:
“A lot of the proposals I heard were about appointing or finding an elite – a group of smart and enlightened philosopher kings – to guide their societies through the transitions that lie ahead. Such proposals are, by definition, anti-democratic, and as such they scare the hell out of me.”
Sobra con poner 80 personas en un lugar y hacerles creer que son los mejores para cambiar el mundo para que salga, casi de manera directa, la idea de la tecnocracia. La igualdad se puede dar entre iguales. La igualdad es de oportunidades, no de resultados. Igualar los resultados es, siempre, igualar para abajo. La “abundancia” propuesta por los seguidores de la singularidad permitirían igualar las oportunidades pero esto no va a ser posible si los gobiernos se empeñan por mantener una clase ignorante que los mantenga en el poder con poco esfuerzo intelectual de su parte. Parece que este buen hombre no estuvo tan de acuerdo con la idea.

En conclusión, y quizás en sintonía con el post anterior, creo que nos hace falta abrir más los ojos, reaccionar de una buena vez y buscar la manera de cambiar nuestro futuro. Superemos a Perón, busquemos transparencia y vayamos por igualar para arriba.

* Disclamer: estuve por poner este en el otro blog, el más técnico, pero me pareció algo que me afecta más a mi como persona que como técnico, por más que las ideas volcadas en este post sean 100% de las clases.

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